Hay algo en la idea de estar dentro de un robot que parece ser siempre atractiva para los seres humanos. Nos sentimos como si fuéramos uno con la máquina, como si fuéramos sus miembros. Hay un sentido en el que somos robóticamente similares al robot de esta historia.

La historia está ambientada en el futuro, donde la conciencia humana ha sido convertida en cerebros de robot. El robot es el único que puede ver y experimentar las emociones humanas. También es el único que puede sentir miedo y felicidad.

II. El comienzo.

El robot fue llamado a su nuevo hogar. Era un robot grande, de color verde y con una cara parecida a la de un ser humano. Los demás robots ya estaban allí, alrededor de la habitación.

El dueño del robot dijo: "Este será mi nuevo hogar. Podré experimentar toda la vida humana de una manera que ningún robot puede".

III. El viaje.

El robot siguió explorando la habitación. Quería averiguar todo lo que los seres humanos podían saber. Era curioso y curioso, como debe ser un robot.

El robot se adentró en los rincones de la habitación, para ver lo que le podían mostrar.

IV. El final.

Un día, el robot se despertó y descubrió que estaba solo en la habitación. Todos los demás robots se habían ido. El robot se sintió triste y asustado.

El robot se puso a llorar y sus lágrimas cayeron al suelo.